Bruselas advierte de la «situación crítica» del agua en la UE y pide una mejor protección de un bien clave
La Comisión Europea ha emitido una advertencia contundente sobre el estado crítico de las aguas superficiales en la Unión Europea, señalando una contaminación generalizada por sustancias tóxicas como el mercurio. La comisaria de Medio Ambiente, Jessika Roswall, quien también lidera la recién creada cartera de Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, enfatizó la urgencia de mejorar la gestión del agua para enfrentar tanto la contaminación como los efectos del cambio climático, que agravan la frecuencia de sequías e inundaciones.
Según informes recientes, solo el 39,5% de las aguas superficiales de la UE alcanzan un buen estado ecológico, y apenas el 26,8% presentan un buen estado químico, una disminución respecto al 33,5% registrado en 2015. Esta situación se atribuye principalmente a la contaminación por mercurio y otros compuestos tóxicos.
España enfrenta desafíos significativos en este ámbito, con hasta el 74% de su territorio en riesgo de desertificación. Eventos recientes, como la DANA que afectó a Valencia en octubre de 2024, evidencian la vulnerabilidad del país a fenómenos climáticos extremos. La Comisión Europea espera que, para 2027, España logre que el 97,7% de sus masas de agua alcancen un buen estado ecológico y el 98% un buen estado químico.
Para abordar estos desafíos, la Comisión insta a los Estados miembros a implementar una serie de medidas antes de 2027, entre las que se incluyen:
- Cumplimiento de la legislación europea sobre límites de contaminación, con especial atención a los nutrientes provenientes de la agricultura.
- Gestión adecuada de los vertidos de aguas residuales para proteger el medio ambiente y la salud pública.
- Adopción de soluciones basadas en la naturaleza y restauración de ecosistemas para mitigar riesgos de inundaciones.
- Promoción de la reutilización del agua y la economía circular para prevenir la sobreexplotación de los recursos hídricos.
La comisaria Roswall subrayó la necesidad de un cambio de mentalidad, instando a considerar la gestión del agua como una cuestión política prioritaria debido al alto costo de la inacción. Se espera que la próxima «Estrategia de Resiliencia Hídrica», que se presentará esta primavera, aborde estos desafíos y establezca un plan para garantizar la sostenibilidad de los recursos hídricos hasta 2050.
En resumen, la Comisión Europea destaca la necesidad imperiosa de mejorar la gestión del agua en toda la Unión Europea, implementando medidas concretas para reducir la contaminación, proteger los ecosistemas acuáticos y garantizar la disponibilidad de este recurso vital para las generaciones futuras.