China tiene planeado frenar la producción extranjera de placas solares
China, y principalmente Pekín, es la líder mundial histórica en cuando a fabricación de placas solares, un mercado bastante limitado, liderándolo desde hace mucho tiempo y haciendo que todos los países del mundo dependan pura y exclusivamente del gigante asiático.
Es aquí cuando se le presenta una complicación a China, y es que otras potencias productoras mundiales se han dado cuenta de esto y, para reducir costos y generar una ganancia propia, tienen planeado comenzar con su propia producción de placas solares, algo que no agradó en absoluto en el país de Asia.
Para ello, China tiene pensado bloquear la exportación de insumos básicos para la fabricación de estas placas, los cuales no hay forma de conseguir en otros países, y que frenaría por completo los planes de las potencias, compuestas por Estados Unidos, Reino Unido, países de la Unión Europea y la India.
Pero, ¿cuál es el objetivo de esta nueva posible medida económica de China? Fácil; lo que quiere el país es blindarse y no perder su estatus de monopolio mundial de placas solares. Según los datos de la Trends in Photovoltaic Applications 2022, de la Agencia Internacional de la Energía (AIE-PVPS), China cuenta actualmente con un 97% mundial de la producción de obleas de silicio, indispensable para el uso de paneles solares.
Esto tiene mucho sentido en este momento, y es que la crisis energética europea está obligando a que se empiecen a emplear tecnologías de energía descarbonizada, optando por otros tipos de fuentes, como la eólica o la solar, por ejemplo. Esto despertó el interés de las principales potencias productoras mundiales, haciendo que China ya no sea la única interesada en hacerse con el control de la producción de polisilicio mundial.
Otro aspecto que impulsa a que, Estados Unidos, en este caso, se enfoque tanto en producir sus propias placas solares es el de reducir la inflación nacional, la cual se ha disparado preocupantemente en los último años. Para esto, han lanzado la campaña “Made in USA”, mediante la cual se busca ampliar la fabricación nacional y acortar las importaciones.
