Descubriendo el papel del GABA en el bienestar mental y físico

Con esta valiosa información del Dr. del Valle, queda claro que entender y cuidar nuestros niveles de GABA puede ser la clave para enfrentar la vida con más calma y claridad.
Hoy en nuestro periódico digital tenemos el placer de entrevistar a un experto en neurociencia y salud mental. Se trata del Dr. Martín del Valle, bioquímico especializado en neurofisiología y profesor en la Universidad de Barcelona. Con más de 15 años de experiencia en investigación cerebral y salud integral, el Dr. del Valle nos ayudará a comprender mejor el papel del GABA, un neurotransmisor clave para nuestro bienestar.
Nos recibe en su consulta, un espacio acogedor, rodeado de libros sobre neurociencia y salud holística. Con una taza de té en la mano y una sonrisa tranquila, está listo para desentrañar los misterios de esta molécula tan importante.
Doctor, para comenzar, ¿qué es exactamente el neurotransmisor GABA y cuál es su función principal en el cerebro?
Dr. Martín del Valle: El GABA, cuyo nombre completo es ácido gamma-aminobutírico, es uno de los principales neurotransmisores inhibidores del cerebro. Imagina que tu cerebro es una gran ciudad con tráfico constante de información entre neuronas. Algunos neurotransmisores, como la dopamina y la adrenalina, actúan como aceleradores, aumentando la actividad cerebral. El GABA, en cambio, es el freno.
Su función principal es reducir la excitación neuronal excesiva, manteniendo el equilibrio entre la actividad y la calma. Sin GABA, nuestro cerebro estaría en un estado de hiperactividad constante, como un coche bajando una pendiente sin frenos.
Interesante. ¿Y cómo influye el GABA en la regulación del estrés, la ansiedad y el sueño?
Dr. Martín del Valle: De una manera crucial. Cuando estamos estresados o ansiosos, nuestro cerebro produce más señales excitatorias. El GABA actúa como un regulador natural, calmando esas señales y devolviéndonos a un estado de equilibrio.
Piénsalo así: si tu mente es como un móvil con múltiples aplicaciones abiertas, GABA es la función que las cierra para evitar que la batería se agote. Por eso, cuando tenemos suficiente GABA, nos sentimos tranquilos, podemos concentrarnos mejor y, por supuesto, dormimos bien.
De hecho, el GABA es clave en la fase de relajación previa al sueño. Cuando nos acostamos y el cerebro comienza a “desconectar”, es porque este neurotransmisor está haciendo su trabajo. Las personas con insomnio suelen tener niveles bajos de GABA, lo que les impide alcanzar ese estado de calma necesario para conciliar el sueño.
Entonces, ¿qué ocurre en el cerebro cuando hay un déficit o un exceso de GABA?
Dr. Martín del Valle: El equilibrio es clave. Un déficit de GABA puede provocar ansiedad, insomnio, irritabilidad e incluso ataques de pánico. Es como si el cerebro estuviera siempre en alerta máxima, sin poder relajarse.
Recuerdo un paciente, Carlos, que llegó a mi consulta diciendo: “Doctor, siento que mi mente nunca se apaga”. Tras evaluar su estilo de vida y niveles de estrés, era evidente que su producción natural de GABA estaba por los suelos. Con cambios en la dieta, ejercicios de respiración y meditación, mejoró notablemente.
Por otro lado, un exceso de GABA, aunque menos común, puede provocar somnolencia, falta de coordinación y fatiga mental. Es como si el freno estuviera demasiado apretado y el cerebro no pudiera reaccionar con agilidad.
Hablando de trastornos, ¿de qué manera ciertos problemas neurológicos o psiquiátricos, como la epilepsia o la ansiedad, están relacionados con el GABA?
Dr. Martín del Valle: El vínculo es muy estrecho. En la epilepsia, por ejemplo, hay una actividad neuronal excesiva, como si el cerebro estuviera recibiendo descargas eléctricas continuas. Muchos tratamientos para la epilepsia actúan aumentando la actividad del GABA, reduciendo así esa excitación descontrolada.
En el caso de la ansiedad, la relación es aún más clara. Las personas con trastornos de ansiedad suelen tener niveles bajos de GABA o receptores menos sensibles a este neurotransmisor. Los ansiolíticos como las benzodiacepinas, que muchos conocen por nombres comerciales como el diazepam, actúan potenciando el efecto del GABA para calmar el cerebro.
Pero, sinceramente, prefiero abordar estos problemas desde un enfoque más natural siempre que sea posible. Técnicas como la meditación, el yoga, una dieta rica en alimentos como plátanos, almendras y té verde, e incluso actividades creativas, pueden aumentar la producción natural de GABA sin necesidad de medicamentos.
Doctor, ha sido fascinante entender cómo algo tan pequeño como un neurotransmisor puede tener un impacto tan grande en nuestra salud mental y física
Dr. Martín del Valle: Sin duda. El GABA es un recordatorio perfecto de que el equilibrio es la clave del bienestar. Si mantenemos nuestro cerebro en armonía, todo lo demás—nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestro descanso—funciona mucho mejor.
Doctor, una pregunta clave: ¿cuáles son las principales sustancias o medicamentos que afectan los niveles de GABA en el cerebro?
Dr. Martín del Valle: Hay varios, tanto naturales como farmacológicos. Empezando por los medicamentos, las benzodiacepinas son las más conocidas. Actúan potenciando la actividad del GABA, lo que explica su efecto calmante. Son útiles en el tratamiento de la ansiedad, el insomnio y ciertos trastornos convulsivos.
Sin embargo, tienen un lado oscuro: si se usan durante mucho tiempo, el cerebro se acostumbra a esa ayuda externa y reduce su producción natural de GABA. Es como si un músculo se debilitara por falta de uso.
Otro grupo son los barbitúricos, aunque hoy se recetan menos por su riesgo de adicción. También hay medicamentos más modernos, como el gabapentino, utilizado para tratar el dolor neuropático y la epilepsia.
En el lado natural, algunas hierbas como la valeriana, la pasiflora y el lúpulo actúan estimulando los receptores de GABA, lo que explica su popularidad como remedios para dormir o calmarse.
¿Y existen alimentos o hábitos que puedan estimular la producción natural de GABA?
Dr. Martín del Valle: ¡Claro! El cuerpo puede producir GABA de forma natural si le damos las condiciones adecuadas. Empezando por la dieta, hay alimentos ricos en glutamato, el precursor del GABA. Por ejemplo:
- Verduras de hoja verde: como las espinacas y el brócoli.
- Plátanos: una fuente excelente y deliciosa.
- Almendras y nueces: perfectas como snack saludable.
- Té verde: contiene L-teanina, que aumenta la actividad del GABA.
- Alimentos fermentados, como el kimchi, el chucrut o el yogur probiótico.
En cuanto a los hábitos, el ejercicio moderado es una maravilla. No hablo de matarse en el gimnasio, sino de algo tan simple como caminar a buen ritmo 30 minutos al día. También la meditación, la respiración profunda y el yoga han demostrado aumentar los niveles de GABA en estudios de neuroimagen.
Te cuento algo curioso: en un experimento de la Universidad de Boston, compararon a personas que hacían yoga con otras que solo leían durante una hora. Los que practicaban yoga mostraron un aumento del 27% en los niveles de GABA. ¡El cerebro realmente responde a cómo vivimos!
Fascinante. Y en términos de investigación, ¿qué avances recientes han revelado nuevos aspectos sobre el papel de GABA en el cerebro?
Dr. Martín del Valle: La neurociencia está avanzando a pasos agigantados. Hasta hace poco, pensábamos que el GABA solo tenía un papel inhibidor generalizado. Pero estudios recientes han demostrado que su función es más sofisticada: no solo calma la actividad, sino que regula la sincronización neuronal, como un director de orquesta que asegura que cada músico toque en el momento adecuado.
Otro hallazgo interesante es su papel en la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas neuronas. Durante el desarrollo del cerebro, el GABA no solo actúa como freno, sino que también estimula el crecimiento de conexiones neuronales.
Además, investigaciones en el campo de la neuroplasticidad sugieren que el equilibrio entre GABA y su contraparte excitadora, el glutamato, es clave para el aprendizaje y la memoria. En términos simples, si quieres aprender algo nuevo, necesitas un poco de «ruido» cerebral (glutamato), pero si quieres consolidarlo sin sentirte abrumado, necesitas suficiente GABA para calmar ese ruido.
Doctor, aquí vienen algunas preguntas que nuestros lectores suelen hacerse. ¿Es posible mejorar la concentración o la creatividad modulando los niveles de GABA?
Dr. Martín del Valle: Sin duda. Aunque solemos asociar la creatividad con la excitación cerebral, los estudios muestran que un nivel adecuado de GABA favorece la concentración y el pensamiento creativo.
¿Por qué? Porque la creatividad no surge del caos mental, sino del equilibrio entre ideas. Si tu cerebro está demasiado excitado, saltas de un pensamiento a otro sin profundizar. Pero si el GABA está en niveles óptimos, puedes mantener la calma suficiente para conectar ideas de manera coherente.
Un ejemplo curioso es el de muchos escritores y artistas que dicen que sus mejores ideas surgen cuando están relajados, tomando un baño o dando un paseo. Ese es el GABA en acción, permitiendo que el cerebro explore sin presión.
Y una pregunta que seguro interesará a muchos: ¿cómo afectan el alcohol y otras sustancias recreativas la actividad de GABA y qué impacto tienen en el comportamiento humano?
Dr. Martín del Valle: El alcohol es un gran modulador del GABA, pero no de la mejor manera. Al principio, aumenta la actividad de este neurotransmisor, lo que explica esa sensación de relajación y desinhibición tras unas copas. Es como si pusieras el cerebro en «modo zen» momentáneo.
Pero aquí viene el problema: el cerebro, al percibir ese aumento artificial de GABA, reduce su producción natural. Por eso, al día siguiente puedes sentirte ansioso, irritable e incluso con dificultades para concentrarte.
Otras sustancias recreativas, como los sedantes y algunos hipnóticos, actúan de manera similar. Son eficaces a corto plazo, pero si se abusa de ellas, se genera una dependencia química, porque el cerebro se vuelve «perezoso» y deja de producir GABA por sí solo.
Por eso siempre recomiendo buscar el equilibrio mediante hábitos saludables. Aumentar el GABA de forma natural no solo es más seguro, sino que tiene beneficios duraderos para la salud mental y física.
Doctor, ha sido un verdadero placer descubrir el mundo del GABA con usted. ¿Algún consejo final para nuestros lectores?
Dr. Martín del Valle: Solo uno: cuida tu equilibrio. Nuestro cerebro es como una balanza entre excitación y calma. Demasiado de uno u otro extremo nos desequilibra. Duerme bien, muévete, come sano y encuentra tiempo para desconectar. Tu GABA te lo agradecerá y tu bienestar también.