Los confinamientos por Covid-19 en China golpean los mercados mundiales
Aunque parecía que el Covid-19 ya había terminado y que era cosa del pasado, un nuevo rebrote en China hace saltar las alarmas a nivel mundial, tanto a nivel político, como económico y social. Estos reportes de casos en el mes de noviembre en el gigante asiático donde se originó la pandemia estremecen a todo el mundo, y los mercados mundiales se ven increíblemente golpeados por las nuevas medidas tomadas por Xi Jinping.
Mientras que el resto del mundo ve grandes resultados en su reactivación económica luego de la enorme crisis provocada por la pandemia del Covid-19, China sufre una nueva recaída; el 11 de noviembre, Jinping anunciaba las medidas de nueva política de Covid Cero, en la cual se decidía recortar la cuarentena y terminar con la suspensión de vuelos. A pesar de esto, tan solo 9 días más tarde, China registra su primera muerte por Covid luego de seis meses.
Esto, sumado al aumento masivo de los casos, ha obligado a que se tomen medidas de restricción en un país que ya fue sumamente golpeado a nivel social y económico. El anuncio de nuevos cierres estrictos en las grandes ciudades no gustó ni cayó bien a nivel mundial; el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a China relajar sus medidas para tratar de aliviar una economía mundial que ya debe soportar el peso de la enorme inflación global y de los problemas energéticos a causa de la guerra en Ucrania.
A pesar de que, por lo menos a simple vista, este cierre en China puede solo perjudicar a sus propios productores, muchísimos países de otros continentes se verán realmente afectados, al no poder importar productos chinos que se consumen a diario.
Polonia, Rumania y Hungría serían, según los expertos, los países más golpeados por esta falta de insumos chinos, pudiendo reemplazarlos por Turquía e incluso otros países asiáticos, como Indonesia, Malasia, Filipinas, Vietnam y Corea del Sur.
En el caso de América Latina, esto se agrava aún más, puesto que países como Argentina, Brasil y México cuentan con una cantidad exageradísima de productos chinos con los que ya no contarán por un tiempo.